Se ha hablado mucho del coaching, se ha escrito mucho del coaching . . . y no se sabe qué es el coaching, no e...
Se ha hablado mucho del coaching, se ha escrito mucho del coaching . . . y no se sabe qué es el coaching, no es interesante?
Voy a marcar una diferencia inicial, hay diferentes tipos de coaching, está entre otros el coaching transpersonal, el coaching por resultados, el coaching metafísico, que tienen diferentes puntos de partida y abordajes.
Por otra parte, la palabra "coach" está muy difundida, por lo que en los programas de televisión de baile o canto tenemos coaches, en el deporte hay coaches y en los paneles de opinión hay coaches, lo que no hace más que confundir el concepto.
Yo me formé en el coaching ontológico, que es el que se basa en la ontología del lenguaje, rama de la filosofía que estudia cómo se comunica el ser humano. Y tan importante y profundo me ha impactado, que lo he adoptado más allá de una disciplina, siento que es parte de mi manera de ser y estar en el mundo, desde donde creo poder ser un aporte valioso a la transformación de las personas. Y estoy absolutamente convencido que cada persona puede lograr cosas extraordinarias si tiene una conversación ó hace un proceso de coaching ontológico.
El concepto es muy sencillo: Partimos de que todos nos comunicamos, conversamos, nos relacionamos, con otras personas (lo que es visible) y con nosotros mismos (lo que no lo es tanto).
A partir de esas conversaciones, relaciones, etc. buscamos tener resultados, y cuando los obtenemos, está bien, es lo lógico (¿lógico?). . . pero ¿qué pasa cuando no se dan los resultados deseados? Nos culpamos, nos cuestionamos, o peor, cuestionamos o culpamos a lo que está a nuestro alrededor.
El coach trabaja sobre la "madeja" de conversaciones que tiene la persona sobre lo que le pasa y lo que quiere lograr y acompaña el proceso de "desenredar" esas conversaciones para:
Entre otras . . .
Hay una frase que dice "Uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios" y yo pienso que lo que no decimos nos termina enfermando y cuando ponemos algo adelante nuestro, inicialmente lo estamos identificando y luego nos permite trabajarlo.